Los rojiblancos suman su tercera victoria consecutiva, gracias a un cabezazo de Felipe (y a dos paradones de Oblak), con el que ya son terceros (2-1).
El Atlético arrancó el año igual de bien que cerró el anterior, no solo por el resultado sino también por las sensaciones. Recuperó esa presión alta y ese generar ocasiones en los primeros minutos, una de las señas de identidad de Simeone y que impregnaba las noches mágicas del Calderón.
En el minuto 13 anotó el primero tras un jugadón: cambio de juego de Thomas desde 40 metros hacia Trippier, que sin dejarla caer la pone al punto de penalti para que Correa, talismán del atlético de madrid, apareciese y empujara a gol.
Pero la alegría duró poco en un Metropolitano con muy buena entrada (59.084 espectadores), ya que una jugada ensayada granota permitió al Levante empatar: Falta de Campaña para que Roger volease de primeras y sorprendiera a Oblak.
Pero lejos de venirse abajo, los rojiblancos siguieron empujando para que minutos después Felipe conectara un cabezazo que volvió a levantar al público de sus asientos. De nuevo el central se convertía en protagonista gracias al centro de Lodi, quien acudía en el homenaje a otro lateral izquierdo histórico del Atlético de Madrid como Filipe Luis.
En la segunda mitad Morata y Joao Félix gozaron de sendas buenas ocasiones, pero no estuvieron finos de cara a portería y eso hizo que los rojiblancos y sus hinchas sufrieran mientras el Cholo se desesperaba en la banda.
Noticiosa fue la vuelta de Vitolo un mes después sustituyendo a Lodi y reconvirtiendo de nuevo a Saúl en lateral zurdo, pero notable fue la irrupción de Germán, una joven perla de la cantera que actuó en el Mundial Sub-17 y que es todo un futuro de este club.
Pero ningún triunfo llega sin la aparición de Oblak, sin duda el mejor del Atlético esta temporada y quien voló para sacar una prodigiosa mano a diez minutos para el final para desbaratar la ocasión de Bardhi. Volvió a repetir paradón en el último minuto del descuento con otra gran mano ante Bardhi para darle tres puntos más a su equipo que ya es tercero de la Liga tras tres victorias consecutivas.
El Atlético arrancó el año igual de bien que cerró el anterior, no solo por el resultado sino también por las sensaciones. Recuperó esa presión alta y ese generar ocasiones en los primeros minutos, una de las señas de identidad de Simeone y que impregnaba las noches mágicas del Calderón.
En el minuto 13 anotó el primero tras un jugadón: cambio de juego de Thomas desde 40 metros hacia Trippier, que sin dejarla caer la pone al punto de penalti para que Correa, talismán del atlético de madrid, apareciese y empujara a gol.
Pero la alegría duró poco en un Metropolitano con muy buena entrada (59.084 espectadores), ya que una jugada ensayada granota permitió al Levante empatar: Falta de Campaña para que Roger volease de primeras y sorprendiera a Oblak.
Pero lejos de venirse abajo, los rojiblancos siguieron empujando para que minutos después Felipe conectara un cabezazo que volvió a levantar al público de sus asientos. De nuevo el central se convertía en protagonista gracias al centro de Lodi, quien acudía en el homenaje a otro lateral izquierdo histórico del Atlético de Madrid como Filipe Luis.
En la segunda mitad Morata y Joao Félix gozaron de sendas buenas ocasiones, pero no estuvieron finos de cara a portería y eso hizo que los rojiblancos y sus hinchas sufrieran mientras el Cholo se desesperaba en la banda.
Noticiosa fue la vuelta de Vitolo un mes después sustituyendo a Lodi y reconvirtiendo de nuevo a Saúl en lateral zurdo, pero notable fue la irrupción de Germán, una joven perla de la cantera que actuó en el Mundial Sub-17 y que es todo un futuro de este club.
Pero ningún triunfo llega sin la aparición de Oblak, sin duda el mejor del Atlético esta temporada y quien voló para sacar una prodigiosa mano a diez minutos para el final para desbaratar la ocasión de Bardhi. Volvió a repetir paradón en el último minuto del descuento con otra gran mano ante Bardhi para darle tres puntos más a su equipo que ya es tercero de la Liga tras tres victorias consecutivas.